Por esto no debes lavarte la cara con jabón

Limpiar la piel del rostro con agua y jabón puede no ser la mejor opción para tu piel. Esto es cierto incluso si el jabón que utilizas tiene las siguientes palabras:  "Para pieles delicadas" o “También apto para el rostro".

Lo cierto es que el 99% de las veces estos jabones son ricos en tensioactivos (agentes espumantes) que son muy duros para la delicada piel del rostro.

En la práctica "erradican" la capa protectora que nuestra piel produce naturalmente, creando una barrera externa contra los agentes externos y engrosando la piel.

No es el jabón lo que está mal, es la forma en que lo usas lo que está mal

De hecho, estos jabones fueron creados para limpiar la suciedad de las manos. Sabes bien que no conseguirás el mismo efecto en el rostro, donde la piel es más delicada, menos resistente y mucho menos gruesa. Para usar una metáfora, es como limpiar tus zapatos de cuero con pasta abrasiva.

¿Sería un desastre o me equivoco? Lo mismo ocurre con tu cara.

Si no te limpias correctamente, la piel de tu rostro se vuelve cada vez más gruesa, áspera, hipersensible, deshidratada y con una tez apagada. Todo ello provoca en consecuencia el envejecimiento prematuro del rostro y la aparición de arrugas.

Por esto se recomienda nunca limpiar el rostro con agua y jabón.

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¿Qué hacer para cuidar la piel de tu rostro y mantenerla siempre en óptimas condiciones?

Para tener una piel joven incluso a los cincuenta años hay que tener ante todo una buena higiene estética.

Esto significa seguir estas 5 reglas simples:

1. Utiliza leche limpiadora y tónica tanto por la mañana como por la noche para limpiar la piel sin alterar el pH, pero ten cuidado de elegir la adecuada, con muy bajos tensioactivos;

2. Desmaquilla siempre tu rostro para que el maquillaje no se fije en la textura de la piel provocando arrugas y decoloración;

3. Haz un peeling una vez a la semana (o una vez cada quince días dependiendo de tu tipo de piel) para ayudar a la renovación celular;

4. Aplicar crema de día y crema de noche;

5. Dos o tres veces al año, durante un mes, durante los cambios estacionales, utiliza productos oxigenantes que limiten el efecto de la contaminación sobre tu piel, dejándola respirar.

Confía en un especialista para tu cuidado facial

Haciendo una consulta estética personalizada, podrás descubrir:

  • ¿Qué tipo de piel tienes?
  • cómo tratarlo
  • qué hacer para mejorarlo
  • qué productos debes utilizar
  • errores a evitar
  • las estrategias a implementar no sólo a nivel cosmético.

También porque la piel, a medida que la cuidas, se renueva y necesita nuevas medidas con el tiempo. Implementar las estrategias habituales, sólo porque funcionaron a la primera, no te ayudará a tener una piel perfecta siempre.

Necesita la opinión de un asesor estético que de vez en cuando podrá aconsejarle mejor sobre cómo conservarlo.

Si quieres preservar la suavidad natural de tu piel y la elegancia de tus curvas, es absolutamente necesario que empieces a cuidarte.

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