Hay un método simple y económico que muchos fontaneros conocen pero que rara vez comparten, y que tú mismo puedes aplicar en casa para mantener tus tuberías en óptimas condiciones y evitar reparaciones costosas.
Lo que no te cuentan sobre el mantenimiento del sistema de drenaje
El mantenimiento preventivo de las tuberías puede marcar una
gran diferencia. Si realizas ciertas tareas regularmente, podrás evitar
bloqueos, malos olores y fugas que terminan siendo caras. Estos cuidados son
fáciles de implementar y no requieren contratar a un profesional.
¿Por qué es tan importante cuidar los desagües?
Tener los desagües del baño en buen estado garantiza que
todo el sistema de plomería funcione correctamente. La acumulación de residuos
puede generar problemas serios si no se actúa a tiempo. Por eso, limpiar de
forma habitual es clave para mantener todo en orden.
Consejos esenciales:
- Limpieza frecuente: Lava regularmente los desagües del lavabo, la ducha y la bañera para evitar la acumulación de restos como cabello y jabón. Puedes utilizar productos de limpieza específicos que se consiguen fácilmente en tiendas.
- Evita tirar residuos inadecuados: No deseches barro, pelos u objetos sólidos en el desagüe. Estos elementos pueden provocar obstrucciones graves.
- Sustituye los químicos fuertes: Productos como la lejía o desincrustantes pueden dañar las tuberías con el tiempo. En su lugar, utiliza soluciones caseras como vinagre blanco, bicarbonato de sodio y agua caliente, que limpian sin dañar.
- Instala rejillas o filtros: Estos accesorios económicos ayudan a retener suciedad y pelos antes de que lleguen a las cañerías, y son fáciles de retirar y lavar.
El filtro casero que todo fontanero conoce
Una solución muy eficaz y sencilla para evitar atascos es
crear tu propio filtro con materiales accesibles.
Lo que necesitas:
- Una esponja metálica para fregar ollas
- Un trozo de cuerda resistente
Instrucciones:
1. Corta la esponja para que encaje justo dentro del desagüe, permitiendo el paso del agua pero atrapando residuos.
2. Asegura la esponja con una cuerda, atando un extremo a ella
y el otro a la rejilla del desagüe. Así evitarás que se vaya por el tubo.
3. Asegúrate de que la esponja quede bien colocada y no obstruya el flujo del agua.
¿Cómo se usa?
Cada vez que retires la rejilla del desagüe, verás que la esponja sujeta al cordón ha recogido los residuos. Límpiala fácilmente y vuelve a colocarla. Este truco ayuda a mantener las tuberías despejadas sin esfuerzo.
Resultado
Gracias a este sencillo consejo, podrás mantener el sistema
de drenaje de tu hogar limpio, prevenir emergencias de fontanería y reducir
gastos innecesarios. Un pequeño truco que marca una gran diferencia.
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