¿Por qué nunca debes limpiar con esponjas para platos?

Una encuesta encontró que las esponjas para platos albergan tantas bacterias como la taza del inodoro. Solo que limpiarlos es aún más arriesgado. Descubra por qué y cómo debe protegerse contra este fenómeno cotidiano.

Las esponjas para lavar platos pueden representar un riesgo para su salud porque las bacterias y los gérmenes tienden a esconderse allí. Si bien eliminan la suciedad y los restos de comida que quedan en platos y platos, presentan el riesgo de absorber agentes infecciosos.

Leer también: Deja las ollas y sartenes quemadas como nuevas con estos trucos caseros

Y por una buena razón, la suciedad y la humedad crean un entorno propicio para la proliferación de bacterias.

Esponjas para lavar platos, un nido de bacterias

La esponja para platos es de hecho una de las cosas más sucias que puedes encontrar en la casa. Este objeto está compuesto por muchos agujeros que facilitan la absorción de líquidos y residuos.

Si una esponja permanece húmeda, pueden crecer nuevas bacterias cada 20 minutos.

Los científicos desaconsejan cualquier intento de limpiar estos artículos domésticos.

Muchos creen que lavar con agua hirviendo destruirá las bacterias en las esponjas para lavar platos, pero tiene el efecto contrario.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Furtwangen, Alemania, probó varias opciones de limpieza con el objetivo de hacer que las esponjas de limpieza estén libres de bacterias. Intentaron calentar la esponja en el microondas, hervirla, desinfectarla, remojarla en vinagre blanco, ponerla en el lavavajillas y tirarla en la lavadora con la ropa...

Resultado: se neutralizan algunas bacterias, pero solo las más débiles. Los más fuertes de estos microorganismos sobreviven, y si los más débiles desaparecen, eso solo crea aún más espacio para que proliferen las bacterias fuertes.

Investigadores de la Universidad de Furtwangen han identificado nada menos que 362 bacterias diferentes en las esponjas de limpieza utilizadas. También encontraron 82 mil millones de bacterias en un solo centímetro cúbico de esponja.

¿De dónde vienen las bacterias esponja?

Las bacterias en la esponja provienen principalmente de los alimentos, las superficies de la cocina o el contacto con la piel. Gracias a su ambiente cálido y húmedo y su espacio lleno de restos de comida, la esponja crea las condiciones de vida perfectas para las bacterias.

Aunque el hongo es una bacteria real, los científicos aún no han encontrado ninguna bacteria peligrosa.

Sin embargo, se ha encontrado una bacteria en particular en esponjas para platos. Esta es la llamada familia Moraxellaceae, que puede causar infecciones si su sistema inmunológico está debilitado. Este último puede dar a las esponjas de limpieza su mal olor. Por eso, debes tirar la toalla inmediatamente si huele mal.

Consejos de los expertos

Los científicos aconsejan tirar las esponjas para platos y usar otro medio de limpieza. Si no puedes prescindir de la esponja, cámbiala al menos una vez a la semana. No olvides enjuagar la esponja y dejar secar después de cada lavado para que no proliferen las bacterias.

También puedes hervir la esponja de limpieza y evitar usarla en áreas con bacterias, como la cocina. En su lugar, utilice las esponjas limpias en el baño, por ejemplo.

Publicar un comentario

0 Comentarios